Material de Lectura

El deseo que me han dejado...

 

El deseo que me han dejado todas las mujeres
se está amor de tus ojos a tus pasos.
Tu cuerpo es el término
al que arribo para partir de nuevo
y ser oleaje y ser contigo.

Vivo mi sangre en el abrazo.
Zarpo —sed en vilo—
y es el tuyo el último rumor
por sobre cada puerto.

Estamos en la ternura de las manos,
en el abrigo de los besos,
le vamos aprendiendo el dolor a la alegría:

¿nos amaremos alguna vez como esta tarde?