Girasol de urgencias
A gotas, titubeando sobre cáscaras de imágenes que el ojo recogió junto a la lumbre, vellos traslúcidos acariciando en sombras una piel que arde en el atardecer. Labios, trampas del adiós, que al unirse incendian, tomando un aire de quién sabe qué pulmones, y voces que ascienden en íntimo rasgueo por un cuerpo colmado de veladas doleduras. Las dos mitades de esa sombra surcan, lenguas vítreas, el cuarzo del alba. Hay cauces de equilibrio a remo y una red de pájaros que no vienen de ninguna parte. Algo, en medio de la habitación, está a punto de echarse a cantar…
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