Corazón puro
No tengo ni padre ni madre, no tengo ni patria ni Dios, no tengo ni cuna ni sudario, no tengo ni sombra de amor. Hace tres días que no como siquiera un grano de frijol. El poder de mis veinte años se lo vendo al mejor postor. Y si nadie quiere comprármelo al diablo se lo venderé. Robaré, puro el corazón, y, si es preciso, mataré. Seré atrapado y luego ahorcado. La santa tierra me tendrá y a mi precioso corazón yerba fatal le crecerá.
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