Primera cana
Primera cana Súbita has sido como un saludo frío de la que se ama más. Pronto te me perdiste en el tumulto no te he vuelto a encontrar, pero te busco indiferentemente como se busca la casualidad. No he de ocultarte a nadie todo el mundo pasará junto a mí sin sospecharte, absurda. Sólo yo he de saber de ese tesoro. Ahora escribiré algunas cosas humoristas; te me olvidarás en tanto saludo a numerosas personas y si el peluquero te descubre me explicará científicamente tu presencia y me recetará una loción. Será el único que te sepa pero lo callará por discreto y descreído y serás así en mí como un pensamiento en medio de numerosa concurrencia. Dentro de veinte años te habrás perdido por el mundo pero entonces ya será natural que no se te encuentre a la edad adecuada, entre las otras.
De XX Poemas (1925)
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