I Te digo que quiero quedarme a vivir en la ducha. No comprendes de inmediato, pero después te ríes y tus dientes son compasivos e irónicos. Tienen la complicidad de los quince años juntos. Te digo que no quiero salir de la ducha y tú, sentada junto a la ventana, cepillas tus cabellos pausadamente. Desde la ducha te envío mi despedida, y el torrente organiza el trágico naufragio del jabón. II
"Una ofrenda de dos que aunque pecaron han vivido."
Mientras me dices que ya estás cansada del café, de los huevos fritos y de la pedagogía activa, haces cuentas, las siempre equivocadas cuentas optimistas, y te ríes de lo que pasó anoche. Me dices que convendría copular. (Una luna de agencia de viajes anda sobre los edificios.) Esta semana se cayó un cuadro y un amigo derrotó al viejo sillón. La casa peligra… copulemos. III
"Todo fue brillante menos el final."
Porque soy un señor domesticado que escribe versos y gesticula en los parques, digo que nada pido. La vida ha derramado su cornucopia sobre mis zapatos. Tengo un auto, dos trajes, diez pañuelos, y me puedo comprar nuevas corbatas. Me inquietan las jornadas submarinas. Sé volar y lo hago raras veces. Aquí paré mi tienda. Sólo espero esa fiesta nocturna. Me moriré cuando el placer termine.
"La vita non é sogno."
IV DECLARACIÓN FINAL
"Irascor tibi sic meos amores? paulum quid lubet allocutionis, maéstius lacrimis Simonideis."
Exploro el domicilio. Me gusta este desorden vivo. Cuando la casa siente que se pega a la tierra empieza a protestar, decide irse, y los libros se llenan de humedad. Dos veces vimos ya la misma arena. Nunca somos los mismos. Es tiempo, amada gente, de largarnos.
de Cuando el placer termine
|