Multitudes
Vagué por las montañas y presencié la bruma azul y los acantilados rojos, y me maravillé. En la playa, frente al prolongado impulso de la maniobra sinfín de la marea, permanecí en silencio. Bajo las estrellas, en la pradera, al ver que el río Dipper se torcía en el horizonte de los pastizales, me invadieron los pensamientos. Hombres grandiosos, espectáculos de guerra y trabajo. soldados y obreros, madres con sus niños en brazos — todo esto lo he palpado, y he sentido las grandes emociones de la gente. Y luego, un día, miré verdaderamente a la Pobreza, millones de pobres, pacientes y fatigados; más pacientes que los acantilados, que las mareas y las estrellas; innumerables, tan pacientes como la oscuridad de la noche — también miré todos los residuos, todas las ruinas postradas de las naciones.
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