El hálito del inmóvil. Un rostro animal Entumecido de azul, su santidad. Poderoso es el silencio de la piedra; La máscara de un pájaro nocturno. Tres suaves Campanas se desvanecen en una. ¡Elai! Tu rostro Se reclina callado sobre el azul de las aguas. Oh, quietos espejos de la verdad. En los sueños marfilinos del solitario Aparece el reflejo de ángeles caídos.
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