¡Monja! Enciérrame en tu oscuridad, ¡Tus montes frescos y azules! Un oscuro rocío sangra allá; La cruz se alza contra el brillo estelar. Purpúreas, irrumpen boca y mentiras Frescas en una habitación ruinosa; La risa aún resplandece, juego de oro, Últimos trenes de una campana. ¡Nubes de luna! Negruzcos caen Frutos silvestres del árbol por la noche Y el espacio se vuelve tumba Y sueño, esta terrena travesía.
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