Insistes en volver, melancolía, Mansedumbre del alma solitaria. Un día dorado arde hacia su fin. Humilde, un hombre paciente cede ante el dolor, Recitando armonías, gentiles locuras. Mira, está oscureciendo. De nuevo viene la noche y un agonizante se lamenta, Y otro sufre junto a él. Estremecida bajo las estrellas de otoño, La cabeza, cada año, se va inclinando más y más.
|