A Jaime Sabines
I Hermano Sol, cuando te plazca, vamos a colocar la tarde cuando quieras. Tiene la milpa edad para que hicieras con puñados de luz sonoros tramos. Si en la última piedra nos sentamos verás cómo caminan las hileras y las hormigas de tu luz raseras moverán prodigiosos miligramos. Se fue haciendo la tarde con las flores silvestres. Y unos cuantos resplandores sacaron de la luz el tiempo oscuro que acomodó el silencio; con las manos encendimos la estrella y como hermanos caminamos detrás de un hondo muro.
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