Page 6 of 27
Nocturno |
No tengo tiempo de mirar las cosas como yo lo deseo. Se me ocurre sobre la mirada y todo lo que veo son esquinas profundas rotuladas con radio donde leo la ciudad para no perder tiempo. Esta obligada prisa de inexorablemente quiere entregarme el mundo con un dato pequeño. ¡Este mirar urgente y esta voz en sonrisa para un joven que sabe morir por cada sueño! No tengo tiempo de mirar cosas, casi las adivino. Una sabiduría ingénita y celos me da miradas previas y repentinos trinos. Vivo en doradas márgenes; ignoro el central gozo de las cosas. Desdoblo siglos de oro en mi ser. Y acelerando rachas –quilla o ala de oro–, repongo el dulce tiempo que nunca he de tener.
De 6, 7 poemas, 1924
|