Material de Lectura

Nocturno
(Fragmento)


III

Entre la selva enorme de la hierba
la hormiga y una gota de rocío
―todo el cielo y la tierra― mudo espío
y alguien inmóvil y voraz me observa.

¿Adónde va la hormiga? ¿Qué reserva
a esa gota de cielo? ¿A qué albedrío
pertenecen mis ojos? ¿Soy ya mío?
El tiempo entre los ángeles me observa.

Nada y Eternidad. Un haz de viento
desordenó la hierba. Aquella hormiga
perdió el campo y el mínimo aposento

celestial, escurrió su clara miga.
Surgió el alma y el cielo corpulento
la levantó, profundo, de una espiga.