He pasado la vida con los ojos en las manos y el habla en paladeo de color y volumen y floreo de todos los jardines en manojos. ¡Con cuánta agilidad robé cerrojos! No conoció la lengua titubeo; y después de geográfico cateo amoraté el azul desde los altos rojos. Sin mi sombra a mi cuerpo corresponde es que el silencio aconteció entre ruidos y ha sabido saber cómo y dónde.
De Práctica de vuelo, 1956
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