Transeúnte al anochecer
Lo que queda de mí cuando anochece es una gota de sudor donde contemplo la vida entera gastada en un día. Astro o señal de tránsito, mi sueño esperó a que yo pasara y se extinguió. Trabajé, pero a cambio sólo me dieron un pan de poliéster. Envejezco entre señales roídas por el viento y por palabras sin sonido ni significado, simples vahos en boca de la existencia, hélice de navío en dique seco. Cae la noche y reclamo: no gané ningún dios, dinero o amor nuevo. ¿Sudor? ¿Rocío? Me disuelvo en las tinieblas.
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