Nota introductoria |
Nacida en Chiapas, en 1944, Elva Macías proviene de una rica estirpe de poetas chiapanecos cuyo patriarca, Jaime Sabines, es uno de los más queridos y admirados en México.
Elva está, por muchas razones, en esta tradición, logrando al mismo tiempo imponer con gran libertad su propia voz. Recoge y recibe elementos no sólo de la poesía sino del legado ancestral de esta tierra; pero es también completamente independiente y llega incluso a la ruptura, cuando es necesario. En este sentido, me parece percibir un marcado contraste entre Elva y otra antecesora ilustre, también de Chiapas, Rosario Castellanos, en quien la tradición se convierte en una imposición aplastante hacia la cual responde con sumisión y desesperanza, si no en su vida social, sí en su poesía. Libre en su cercanía y en su distancia de ese núcleo ancestral, la vida de Elva se enlaza con sus motivos poéticos. Pone distancia cuando en 1963 se enamora de Eraclio Zepeda, gran narrador y miembro del grupo de poetas La espiga amotinada, y los dos huyen hasta China, en lo que Eraclio llamó "el rapto más largo de la historia". Busca la cercanía, al retornar a una vida feliz, donde recobran su sitio los antiguos legados. Pero éstos también se encuentran en los viajes, y aparecen en lugares distantes junto con las imágenes de la propia tierra. La imagen poética une al río Perfumado de China, al Vítosha, de Sofía, y al Tulijá, de Chiapas —estos dos últimos, en poemas de Lejos de la memoria, 1989—; y es notable cómo se enlazan "Ascenso a San Cristóbal5'' y "Al borde del camino de Li Tai Po" (Imagen y semejanza, 1982). La tradición y el arraigo mismo borran sus fronteras, y son tan conmovedores los poemas de Elva que recrean a la figura de su propio padre ("Hacienda de San Agustín", "Piscis"), como los poemas finales de la nodriza del joven príncipe. El arraigo es arraigo por la tierra misma, más allá de tiempos y espacios, y no sólo se funda en la riqueza espiritual de su herencia humana, sino en su materialidad misma: "En la mesa se extienden frutos habituales,/todo es festinado en el quehacer o en la holganza", o del poema "Breve fundamento para una ciudad":
Se habla de fundaciones, desapariciones y también desplazamientos de ciudades: "Ah, ciudad que viaja para desconcierto de las caravanas", dice en una misteriosa secuencia de "ciudades", incluida al final de esta selección, donde el juego entre una ciudad interior y otra exterior subraya un doble acontecer presente en los poemas, que se desenvuelve entre la imagen poética y el hilo narrativo. Conozco el correlato anecdótico de la escritura de otro poema "Voz escanciada", que cierra Círculo del sueño (1975), y fue el hecho insólito de la desaparición de una ciudad o, más bien, un pueblo de Chiapas, La Concordia, que quedara sepultado bajo las aguas de la Presa de la Angostura. El poema prescinde de la anécdota, pero a las vibrantes imágenes de la inundación, se intercalan otras de rasgos casi pastoriles, que hablan de una pareja de hermanos que se anega, también en el duelo de la separación:
Constantes imágenes de viajes y traslados se unen a las imágenes de la permanencia. El vínculo con la tierra está en todas partes:
escribe en el pequeño y extraordinario libro que aquí se reproduce, Los pasos del que viene (1971). En él recoge, como propias, imágenes de China. La limpidez de los versos tiene la precisión y la soltura de un trazo caligráfico:
dice, completo, un poema. En otro, una imagen paralela, nos da igualmente un instante de revelación:
Esta comunión con la tierra se manifiesta en otro aspecto importante que es la mujer. "Frío destello" e "Imagen y semejanza" hablan de una nueva mujer, mucho más libre. "Imagen y semejanza", del libro del mismo título, es un hermoso canto a la condición femenina. Dice: Y no entre la nostalgia heredada "Frío destello", poema no recogido en ninguno de los libros anteriores, habla de la "blanca displiscencia de hospital" donde liberadas del germen no deseado, van las mujeres ...con la decisión de ser infieles madres, Y junto a la nueva mujer, en los últimos poemas de esta selección, aparece una de las imágenes más antiguas de la mujer y menos tocadas en la poesía de nuestra época: la de la nodriza, que hace presente en figura humana los aspectos nutricios de la tierra que se muestran en todas las fases de esta obra.
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