Valgan de ti calladas actitudes valgan de mí tantas palabras. Que te conmueva un hermano pequeño inexistente o el germen que perdí en la blanca displicencia de hospital o el hijo que te ignora.
Revolotean las frustradas parturientas que en una gravidez vergonzante me acorralan blanco frío destello y descendimos atropellada lentitud niñas jóvenes y de madurez marchitas todas uniformadas sin peso en el vientre carcomido y con la decisión de ser infieles madres mujeres al fin en otra dimensión.
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