Tú también eres colina
Tú también eres colina y sendero de piedras y juego entre las cañas y conoces la viña que calla de noche. Tú no dices palabras. Hay una tierra callada pero no es tierra tuya. Hay un silencio que dura en plantas y colinas. Hay campiñas y aguas. Eres silencio cerrado, que no cede; eres labios y ojos oscuros. Eres la viña. Es una tierra que espera sin decir una palabra. Han pasado los días bajo cielos ardientes. Tú has jugado a las nubes. Es una tierra mala —y tu frente lo sabe. Esto también es la viña. Reencontrarás las nubes, el cañizal y las voces como una sombra de luna. Reencontrarás palabras allende la vida breve y nocturna de los juegos, allende la encendida infancia. Será dulce callar. Eres la tierra y la viña. Un silencio encendido quemará la campiña como fogatas nocturnas.
1945
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