Desde su nudo
[Piensa para sí misma ilustre] [En el núcleo de la Rosa Múltiple]
DESDE SU NUDO a ciegas, desde La flama en el espejo, 1971 PIENSA PARA SÍ misma, ilustre La flama en el espejo, 1971
EN EL NÚCLEO DE de la rosa múltiple La flama en el espejo, 1971 HAY UN ASOMBRO de silencio
cuando su espíritu derrama sobre las cosas, y hace leve la gravísima piedra, y toca y anima lo oscuro, y transubstancia como en la mesa de la cena. Y tú le preguntas, alma mía, y ansiosa buscas, y en sus ojos amor es la única respuesta. Ciudad del sol, lumbre sin humo de la verdad sobre su pecho; núcleo vibrante que concierta la luz y la música en el gozo. Y camina inmóvil, y su cuello es la columna en cuyo torno —collares tan sólo de su cuello— se ordenan las celestes lumbres y rítmicamente resplandecen. Adorno a su cabeza, el oro radiante del alba sin orillas. Misterio y clave del misterio, se difunde en ráfagas tan claras que deslumbra y ciega y te despierta. Y tú, mi alma, le preguntas. Perla blanca, oriente que derrama, de su centro mismo, el nacimiento del iris de la alianza eterna; principio del fuego, rosa abierta en las tinieblas del santuario. Y es amor la respuesta sola, y no hay amor —alma, lo sabes— como el amor que se le debe. Protegida por el escudo transparente del bien, preserva y anima la paz de los caminos; lumbre sin humo que en su centro —sin consumirse— se alimenta. Y buscas, mí alma, y una flama de su caridad en ti se apoya, y te guarda indemne y te contagia. La flama en el espejo, 1971 |