LUCHA DIVINA ¿Tú sostienes el orbe con un dedo…? Eso, a decir verdad, no es maravilla. Puedo yo más que Tú. Yo soy de arcilla y, ya lo has visto en el altar: ¡Te puedo! ¿Piensas poder más Tú…? Te desafío; y si es así que tu potencia es mucha, lucha conmigo, vénceme en la lucha y a Ti no más te ame, Jesús mío.
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