Ocaso Ocaso, blanco de éxtasis, detén otro momento en el azur tu paso, no precipites tu tranquilo bien, ocaso, la hora triste de tiempo, resucita, la visión poderosa de Belén; el lebrel de la noche está ladrando, y en ese silencio de tiempos pasados, hacia los horizontes va bajando una sombra de cuerpos ignorados…
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