Danza negra Pasó batiendo sombras el hada de la muerte en el despierto sueño de un otoño de sombras, desenroscó una sierpe sus sueños, en la fuerte visión fatal de las alfombras… Y buscó en cabeceos locos, buscó al ave, alzando la columna de su cuello (el esbozo de un frío), y de la muerte en la mirada grave reía un diablo doloroso… Y cuando con la aurora, cayeron las astillas de luz del sol —que el pecho de los cielos perfuma— vi un cadáver a manchas azules y amarillas y entre sus dientes… ¡una pluma!
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