Verano Una llama de viento extiende su lamento en un valle del alma, mece una palma un sutil oleaje a una altura salvaje; bajo la hierba mansa, esta maldita raza de mis pasiones y de mis sensaciones; que va a salto de cabras, y sus palabras cruzan el valle, llegan a las grutas y juegan en las selvas sagradas de tus miradas y dicen:— "Los acentos que hay dentro de los vientos son otros que sus ruidos; los gemidos de la luz, precipita el fuego que gravita; y en los poros del alma suda la calma…" Y yo observo detrás de sus palabras, las cifras en línea que jamás sumé.
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