El jardín se adentraba en el mar península profundo clavel tu mano se iba con el agua para extender como velo de novia el mar tu mano abría el cielo. Ángeles con once espadas navegaban junto a tu nombre rasgando las florecidas olas abajo bandeaban las blancas velas con las ráfagas enviadas por el viento. Con blancas rosas llenas de espinas formabas guirnaldas de esperanza para la cabellera de las colinas de tu amor decías: la peinadora de la luz es fuente en la tierra que se divierte. Ladrona saeta escándalo de la risa oh nietecita de la vetusta luz del sol metiéndote en los árboles molestabas a las raíces abrías el escondrijo del agua apaleando el árbol del olvido. La misma noche con violines licenciosos entre los molinos semidescompuestos hablabas en secreto con una bruja en tu regazo escondías un regalo que era la luna misma. Luna aquí luna allá enigma leído por el mar para complacerte a ti el jardín se adentraba en el mar península profundo clavel.
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