Violeta
Como féretro que avanza mientras secretamente el muerto deja un riachuelo de violetas tras de sí el Ática le susurra buenas noches. Como jardinero que sufre agachado entre los alambres y las piedras agudas pero no escucha la queja de la flor del naranjo. Cuando atavía al viento y hace señas con la vegetación más allá del resplandor de las montañas flotantes y del suspiro del viticultor se espantan las nubes… La tierra reúne en torno sus galaxias de árboles y en sus entrañas engendra un lago de agua. La tierra prepara sus sábanas: siemprevivas más tiernas que los botoncitos de los ángeles bulbos más fáciles de contar que las sombras del cielo. El trigo lanzado al viento brilla solitario en las alturas las malvas se visten y se colocan en las tumbas como cirios silba un barco lejano que se pierde. Un techo tranquilo con su chimenea con tres hilos de humo canta al viento de la tarde un murciélago se enreda en la cabellera del poniente.
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