Con qué piedras qué sangre qué metal y qué luz fuimos hechos aunque tengamos la apariencia de una simple nube y nos lapiden y nos llamen visionarios cómo pasamos nuestras noches y nuestros días sólo un dios lo sabe. Amiga mía cuando enciende la noche tu pesadumbre eléctrica contemplo el árbol del corazón que se esparce tus manos tendidas hacia una Idea inmaculada a la que siempre imploras pero que siempre se niega a descender durante años y años ella ahí en lo alto tu aquí junto. Pero la visión del anhelo despierta un día encarnada y ahí donde antes no brillaba el desnudo erial ahora ríe una ciudad hermosa mientras la desees te acercas para verla te espera Dame tu mano para que vayamos antes de que la Aurora la inunde con exclamaciones de triunfo. Dame tu mano antes de que se reúnan los pájaros en los hombros de la gente y digan cantando cómo finalmente pareció llegar desde lejos la Esperanza virginal criatura del mar. Vamos juntos aunque nos lapiden aunque nos llamen visionarios amiga mía aquellos que no han sabido jamás con qué metal con qué piedras con qué luz construimos soñamos y cantamos.
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