Bebiendo el sol corintio leyendo las marmóreas ruinas cruzando a trancos viñas y mares apuntando con un arpón un prometido pescado que se escapa encontré las hojas que la plegaria del sol memoriza la vívida tierra que el deseo se alegra en abrir. Bebo agua corto frutos extiendo mi mano dentro del follaje del viento los limoneros diseminan el polen del verano los verdes pájaros rasgan mis sueños me voy con una mirada mirada amplia donde el mundo resurge hermoso desde el principio a la medida del corazón.
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