Edgar Lee Masters |
Prólogo 1915: la primera guerra mundial ya define la línea divisoria entre dos mundos literarios y políticos cuando Edgar Lee Masters, de 46 años, sufre un colapso nervioso después de pasar repentinamente de la sombra a la iluminación. 1915 es el año en que se publica la Antología de Spoon River, la curiosidad y el tour de force que cambia de forma definitiva la vida del autor, convirtiéndolo, a su vez, en uno de los pilares de las letras norteamericanas. Existían precedentes y tuvo sus seguidores, entre ellos, el mismo Edgar Lee Masters. Se trata, pues, de una revelación difícilmente igualable; tan es así que después de terminar el libro, Masters nunca más volvió a escribir un volumen de poesía (o prosa) a la altura de Spoon River; ni siquiera lo logró con la Nueva Spoon River (1924), generalmente considerada como una obra fallida que pretendía ampliar y modernizar el mundo creado en la primera "Antología": un cementerio poblado de espíritus que viven su muerte intensamente: espíritus rencorosos, vengativos, a veces iluminados, y otras veces tan ciegos como lo fueron en vida; seres que desde la tumba enjuician a su pueblo, a su gente, a sí mismos y, lo que es más importante, a su país. Es un infierno que no poco tiene que ver con Dante (figura que aparece más de una vez a lo largo de la obra), y que, visto como una totalidad, resume —a través de sus pobladores— la historia de los Estados Unidos; su expansión territorial, sus guerras, su destino manifiesto y la muerte lenta de sus valores preindustriales.
Sandro Cohen |
Amanda Barker Henry me embarazó |
Chase Henry En vida fui el borracho del pueblo. |
Juez Somers ¿Cómo puede ser, dígame, |
Minerva Jones Yo soy Minerva, la poetisa del pueblo. |
"Indignación" Jones ¿No me creerían, verdad, si les dijera |
"Butch" Weldy Después de recibir la religión y sentar cabeza |
Knowlt Hoheimer Fui la primera sangre |
Lydia Puckett Knowlt Hoheimer huyó a la guerra |
Percy Bysshe Shelly Mi padre, dueño del taller de carruajes, |
Julia Miller Reñimos esa mañana, |
Lucius Atherton Cuando se me rizaba el bigote |
Cooney Potter De mi padre heredé cuarenta acres |
Jones el violinista La tierra mantiene una vibración |
Nellie Clark Sólo tenía ocho años; |
George Gray Muchas veces he estudiado |
Wendell P. Bloyd Primero me acusaron de faltas a la moral, |
John M. Church Fui abogado de la "Q" |
La señora de Charles Bliss El reverendo Wiley me aconsejó no divorciarme |
Reverendo Lemuel Wiley Prediqué cuatro mil sermones, |
Albert Schirding Jonas Keene creyó su destino cruel |
Jonas Keene ¿Por qué se mató Albert Schirding |
Yee Bow Me hicieron asistir a las clases de catecismo |
Washington McNeely Rico y venerado por mis conciudadanos, |
Thomas Rhodes
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1 Son una novelista frustrada, un poeta y un librepensador, respectivamente: algunas almas poco convencionales del panteón de Spoon River (nota del traductor). |
Elsa Wertman Era yo una campesina alemana |
Hamilton Greene Fui el único hijo de Francés Harris, virginiana, |
Searcy Foote Quería ir a la universidad, |
Archibald Higbee Te odié, Spoon River. Traté de dejarte atrás, |
Tom Merritt Al principio empecé a sospechar... |
La señora de Merrit Silenciosa ante el jurado, |
Elmer Karr Sólo el amor de Dios pudo hacer |
Harry Wilmans Acaba de cumplir veintiún años, |
John Wasson ¡Oh! pasto cubierto de rocío, pasto de las praderas |