Wendell P. Bloyd
Primero me acusaron de faltas a la moral, ya que no hubo ley contra la blasfemia. Después me encerraron por loco, y un guardia católico me mató a golpes. Mi ofensa fue ésta: dije que Dios le mintió a Adán, y lo destinó a vivir la vida de un idiota, sin saber que en el mundo hay mal, lo mismo que bien. Y cuando Adán se mostró más listo que Dios, comiéndose la manzana, la mentira se hizo patente. Y Dios lo arrojó del Edén para evitar que tomara el fruto de la vida eterna. ¡Por Cristo! Ustedes son gente sensata. Escuchen lo que Dios mismo dice de esto en el Génesis: "He aquí el hombre es como uno de nosotros" (un poco de envidia, ¿verdad?), "sabiendo el bien y el mal" (se descubre la mentira de que todo es bueno): "Ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre". Y lo sacó Jehová del huerto del Edén. (La razón, creo, por la cual Dios crucificó a Su Propio Hijo para salir de esta miserable maraña, es que de Él no se esperaba menos)
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