Reverendo Lemuel Wiley
Prediqué cuatro mil sermones, dirigí cuarenta misas de resurrección y bauticé a no pocos conversos. Pero ninguno de mis actos brilla más en la memoria del mundo, que el haber salvado a los Bliss del divorcio, y ninguno le es más caro a mi persona y el haber librado a sus hijos de esa desgracia para que se hicieran hombres y mujeres decentes, felices ellos, beneméritos del pueblo.
|