Juez Somers
¿Cómo puede ser, dígame, que yo, el más erudito de los abogados, yo, que me sabía a Blackstone y Coke casi de memoria, el que hizo el más grande discurso que la Corte jamás escuchó, el que escribió un informe que ganó los elogios del Juez Breese...? ¿Cómo puede ser, díganme, que yazga aquí sin losa, olvidado, mientras Chase Henry, el borracho del pueblo, tiene lápida de mármol, coronada por una urna en la que la Naturaleza, de irónico ánimo, ha sembrado mala hierba, floreciente?
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