Quiromancia
A los cuarenta años, esperando aún, andarás como hoy entre estrellas tristes y hierbas. A los cuarenta años, ahogándote la palabra, te perderás dentro de ti –buscando. A lo largo de los años, un viento te perseguirá bajo el cielo, comerás miel negra y callarás doblado. A los cuarenta como a una orilla llegarás, donde siempre esperarás que venga a ti la otra ribera, eterno saqueo deseándote para los pájaros del otro horizonte. Por setenta y siete callejuelas andarás descalzo y sin cubrirte la cabeza: ¿qué semilla no fue en desierto echada?, ¿qué luz no fue en vano cantada?
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