Silencio
Tanto silencio me rodea que me parece oír el choque de los rayos de la luna en la ventana. Una voz ajena despierta dentro de mi alma y una canción canta un ansia que no es mía. Se dice que los antepasados muertos antes del tiempo con la sangre aún joven en las venas, con grandes deseos en la sangre, con mucho sol en los deseos, vuelven, vuelven para vivir todavía un poco más dentro de nosotros la vida que dejaron de vivir. Tanta quietud me rodea que me parece oír el choque de los rayos de la luna en la ventana. Ay, quién sabrá, alma mía, dentro de qué pecho cantarás tú más allá de los siglos, en las dulces cuerdas del silencio en arpas de tiniebla, tus ahogados anhelos y tu vencida alegría de la vida. ¿Quién lo sabrá, quién?
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