Bellas manos
Presiento: bellas manos, como abrazáis ahora con vuestro color mi frente llena de sueños, así también abrazaréis un día la urna con mis cenizas. Sueño: bellas manos, cuando calientes labios soplen en el viento mis cenizas, las que tendréis en las manos como un cáliz sin asas, seréis como unas flores desde las cuales la brisa derrama el polen. Y lloro: seréis aún jóvenes entonces, bellas manos.
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