Desde el cielo un jinete galopa hacia los bosques, una amazona cruza florestas que la cruzan. La llave de los sueños es la llave de los campos es el recuerdo de todo viaje es los territorios metafísicos. Desde el pecíolo de una hoja salen seriadas estratagemas para sortear espantos, símiles fieles, aproximaciones del candor y del mojado, laborioso miedo, como un león que vuela entre laureles y trompetas, un peñasco levanta en vuelo su castillo, una manzana invade el cuarto de lectura; lo que en nuestra memoria tantaliza cubre los cielos de tormenta, derrumba barricadas misteriosas con una luz toda discernimiento. Los ojos fértiles crean procesionales días, atardeceres que filtran en el mundo visible pabellones de espacio desfasado. Nubes Magritte serán veloces para siempre.
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