Tarea
Con espanto y temblor pienso que cumpliría mi vida Sólo en cuanto me decidiera a una confesión pública Revelando el engaño, el mío y el de mi época: Nos permitieron hablar con el graznido de los enanos y demonios Pero las palabras puras y nobles eran prohibidas Bajo la pena tan severa que si alguien se atrevió a pronunciar una de ellas Ya él mismo se consideraba perdido.
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