Estudio de la soledad
¿Guardián de los conductos de larga distancia en el desierto? ¿Guarnición unipersonal de la fortaleza de arena? Quienquiera que fuese. Veía al amanecer las montañas plegadas Color ceniza, encima de la noche que se derretía Saturándose de violeta, cobrando el colorete líquido, Hasta que se levantaban, enormes, en la luz naranja. Día tras día. Y ni se dio cuenta, año tras año. ¿Para quién, pensaba, este esplendor? ¿Para mí solo? Y seguirá durando, sin embargo, cuando yo perezca. ¿Qué es esto en el ojo de la lagartija? ¿Qué ve el ave de paso? Si es que yo soy la humanidad, ¿ella sin mí es ella misma? Y sabía que era inútil llamar porque nadie de ellos lo salvará.
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