Page 13 of 41
Nocturnal |
Se deshace el día entre las manos
cuando el silencio extiende por ciertas calles sus largas telas y en los portales cuelgan luces como gotas de pus. Habitamos este queso blando y verde, con la estrella polar a la derecha y detrás de la lengua un vicio de dicción; esperando la visita domiciliaria en lo alto de nuestras torres de materia friable (desde allí las hileras de bengalas paralíticas; acaso algún tren para pensar en muros altos, en vías muertas; acaso los pliegues paralelos en las plantas de los pies, arrodillada en la sábana y forzando un poco la persiana para ver llover. Luego llueve y llueve del árbol petulante cuanta vez vuelve el viento. En buhardillas con geranios en las ventanas iluminadas, los planetas hojean textos indigestos —biblias, coranes, rigvedas—; y la luna pasa —llena, claro está, que si no la metáfora no vale— como un afilador jugándose la vida por despoblado). Este redondo caldo de mamíferos enfriándose poco a poco antes del alba. |