Acabado único, doble voluptuosidad, Delicia inmóvil en el centro de las cosas; Breves efectos, persistentes causas, Dos sexos, espíritu y carne, Movimiento múltiple detenido en la unidad. En medio de la fragmentada realidad, Los seres separados se vuelven a juntar. Dulce monstruo perfecto yaciendo entre rosas; Su deseo esculpe la roca del placer. En esbelto bello mármol, como un beso prolongado Su carne dura y lisa concentra la felicidad. Siete notas se mezclan para unir dos acordes. Se entrecierran sus ojos de penumbra y de fuego Y propone al deseo el enigma de su cuerpo Con el tierno abandono de un dios que es mujer.
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