En el umbral de una puerta oscura, A la derecha, corre bajo un álamo El agua del olvido. A la izquierda brota la corriente de la memoria, Helado cristal como un licor frío. El agua de la memoria se estanca en mi corazón. De allí beben mi alegría y mi zozobra; En su ribera acampan los sabios; Yo les diré: tengo miedo de morir. La imagen derramada del tiempo Se refleja en mi memoria; Su hermoso espejo no está agrietado. Soy hija de la tierra negra Pero también del cielo constelado ¡Abridme la puerta de la gloria!
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