1 Ya vienen los alcaldes con sus bastones; ya les están haciendo los pantalones. Dios los proteja! Dios quiera que no enseñen aquí la oreja! 2 —No tengas celos hija —dice Aristeo—. No ves que yo ya viejo y estoy muy feo? —Temo que topes con una de las hijas del señor López! 3 —Por Dios no comas mucho que te indigestas, y dirán los alcaldes que les apestas; —Vete con tiento porque a veces molesta molesta el viento! 4 No piensas que es honroso para un alcalde ir a México gratis, esto es, de balde! De tu peineta respondo; y en Celaya de la cajeta. 5 Ya vienen caminando los Reyes Magos! Recíbeles gozoso calde de Lagos. (Me faltó el Al, pero éste no es descuido muy esencial!) 6 Allá en el verde pasto de la Alameda sentados en el suelo formarán rueda. Pero, señores! Ya saben que se come con tenedores! 7 No hay que meter los dedos en el platillo, y cuidado, cuidado con el cuchillo! Estad atentos a lo que hagan los otros ayuntamientos! 8 Ay pobres funcionarios! En ese día caliente estará el vino, la carne, fría. Dará esa gente trescientos diez abrazos al Presidente. 9 Y si chícharos comen o betabeles, en la noche qué zambra por los hoteles! Aunque es barato gastarán tres mil pesos en carbonato! 10 Pero es muy agradable (sigan los ripios!) ver cómo comen todos los municipios. Lo digo yo, porque así me lo dijo Sadi Carnot. 11 Volverán los alcaldes… pues… como nuevos, les darán en la mesa miles de huevos de campanillas. Será la fiesta; pero no habrá tortillas! 12 Ay! Nacho Bejarano alcalde ex! Recomiéndalos mucho con el Express. Son muy amargos los trámites y costos de los encargos! 13 Dales una comida muy substanciosa para que no se enoje ninguna esposa y queso, y quesas, porque eso recomiendan las alcaldesas! 14 Ya vienen los alcaldes por el camino! Irán cuando se vayan oliendo a vino. Que estén contentos y que les sean propicios todos los vientos!
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* 1891 o 1892 (?). Firmado: Puck dentro de la sección 'Lo del día'. Fuente: Gutiérrez Nájera, Margarita, Reflejo, México, 1960, pp. 112-114. La autora sostiene la autoría de su padre en este poema, en contra de la opinión del profesor norteamericano E.K. Mapes, basándose en que se halla en el álbum de recortes que coleccionaba Santiago Gutiérrez Nájera en los escritos de su hermano.
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