¡Qué triste es la noche! ¡Qué negro está el cielo! Cual ruge en el alma La voz del recuerdo. ¡Qué triste la alcoba! ¡Qué triste el silencio, Que apenas si turba ¡Monótono rezo! Tendida, tendida, Cual lirio, en su lecho, Sus pálidas manos Cruzadas, cubierto Por sombras de muerte Su rostro tan bello; Cerrados sus ojos Que miran al cielo, Su boca entreabierta Y aún sonriendo. Las flámulas rojas En torno del lecho, Su rostro alumbrando Con tenue reflejo, La noche muy negra Y en alas del eco La voz de la esquila Doblando a lo lejos. En calles y plazas La vida rugiendo. La calma, la muerte En este aposento. II Y en medio a la sombra Y en medio al silencio, En llanto anegado, De pena muriendo, El mísero esposo De pie junto al lecho. ¡Qué cuadro tan triste! ¡Qué triste recuerdo! * Tal dijo el esposo Muy quedo, muy quedo: —Te fuiste, mi alondra, Volastes al cielo, Que es vida muy corta La vida del genio; Te fuistes, y solo Sin alma me quedo, Como árbol naciente Que seca el invierno. Ya ves, te quería Mi vida, te quiero Con toda mi alma, Con todo mi aliento. Sin ti ¿qué me resta? Sin ti, nada espero, La muerte tan sólo Con ansia deseo. ¡Ay, tórtola casta! ¡Ay, lirio entreabierto! ¿Por qué tus hogares dejastes desiertos? ¿No ves cómo inclinan Las flores del huerto Su lánguido tallo Marchito ya y seco? ¿No ves cómo lloro? II ¿No ves cómo peno? ¿Por qué me dejaste, Sin alma, sufriendo? Si duermes, despierta, Despierta del sueño; Mas ¡ay! en mis brazos Amante te estrecho Y nada respondes, Y sigues durmiendo. * Calló, y a la alcoba Volviendo el silencio Ya no se escucharon Sollozos ni rezos; Y en medio a la sombra Tan sólo se oyeron De fúnebres cirios Los chisporroteos; Y allá en lontananza, Muy lejos, muy lejos, La voz de la esquila Llorando a los muertos. * Allí está tendida, Tendida en su lecho; Allí destrenzado Su negro cabello; ¡Callad, no despierte! ¡Dejadla en su sueño! ¿Que ha muerto? ¡Mentira! ¡No mueren los genios!
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* El Federalista, 14-10-1887. Firmado: Manuel Gutiérrez Nájera. Fuente: Gutiérrez Nájera, Manuel, Obras III, México, 1974, pp. 243-245.
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