Material de Lectura

La soñadora de Ávila


Vivo en mi primer morada
de Amadís y de Morgante,
de soñadora y amante
y de estar enamorada.

Os estoy a vuestra espada,
a vuestra voz de diamante;
mas vivo, de tal talante,
sin vos, sin Dios y sin nada.

Por eso, de hoy más, persigo
sobre rocín clavileño
un Dios Andante y amigo.

Y así cumplir el empeño
de tener siempre conmigo
a vos, a Dios y a mi sueño.