Elegía XV
(La Magnolia del Claustro del Seminario)
Surges de la penumbra recoleta y en firmes votos, árbol emitido, tu longanimidad cobró sentido en un estilizado anacoreta. Y del puño de sombra que te aprieta hasta su desenlace florecido, disparas en un vuelo reprimido tus hitos refrenados de saeta. No te da tregua la materia ruda, ni la sombra tenaz como un absceso que de raíz y planta no se muda. Pero tocar el cielo con un beso en número redondo y flor desnuda, es el fin, y te basta ya con eso.
|